Al día siguiente y la primera cosa en la agenda era una reunión entre los líderes de la Facción Maldita. Atravesando el puente y dirigiéndose hacia el centro de comando, Quinn pudo ver a Sam de pie allí con una tableta en su mano. Mientras los demás se sentaban alrededor de la gran máquina circular holográfica.
—Esperaba verlos a todos aquí con dolor de cabeza, o resaca, pero todos parecen estar bien. —comentó Quinn.
—Sí, parece que el alcohol no nos afecta como antes. —Nate soltó de golpe.
Casi todos en la mesa habían girado sus cabezas hacia Nate, porque ese día había algunas personas en la mesa que desconocían su secreto.
Pues una de ellas era Megan, una de las únicas líderes malditas que seguía siendo humana y también parecía que Helen de la Facción Daisy había sido invitada. Se había quedado para la fiesta y había pasado la noche también. Parecía que Sam debió haberla invitado.
