"Esta vez, Cane tomó la mano de Iris para que no se fuera por ahí y se metiera en problemas como antes.
Caminaban por esta animada calle, donde se podía ver a gente borracha casi en cada esquina. Algunos de ellos eran comerciantes, otros mercenarios, mientras que algunos eran cambiaformas y muchos más.
Después de todo, este era un lugar popular, pero no era un lugar seguro para que alguien como Iris caminara sola. No hace falta decir que esta parte de la manada Lobo Sangriento no era un vecindario seguro.
Y una cosa más que sorprendió a Iris fue el hecho de que había tantos burdeles allí, mostrando a mujeres semidesnudas detrás del vidrio, mientras permanecían de pie en pequeñas estructuras como cubículos, mientras los hombres las observaban con ojos llenos de lujuria.
La vista la aterró, miró a Cane, pero él ni siquiera desvió la mirada hacia la escena. Estaba aliviada de que él no fuera como esos hombres.
