"Si necesitaban abandonar este lugar, debían hacerlo rápidamente —pensó—. El guerrero de la manada de Luna de Invierno había comenzado a sitiar toda la zona, cerraron las puertas y utilizaron al miembro de la manada para amenazar a Caña y a su gente a retroceder.
Mientras tanto, los guerreros restantes dentro de las puertas intentaron repelerlos sin éxito, ya que estaban siendo superados en número de manera significativa.
Al mismo tiempo, pequeños grupos de guerreros que Caña había asignado, también comenzaron a moverse. Caña había esperado esto, pero la escala del caos era mayor de lo que habían predicho.
Dentro de la casa de la manada de Diandem, había dos pasadizos secretos que serían utilizados por esos grupos, que Caña había formado, para escoltar a la gente hacia fuera.
El primer grupo sería los siete guerreros que protegían a la luna.
