—Brina, ¿no quieres ir con nosotros? Robin ya está esperando en la fiesta —dijo Devin— y el ceño de Sabrina se acentuó.
No entendía que el hecho de que Robin permitiera que Zayla viniera a su fiesta significara que iba a venir con ella, pero obviamente esa era la situación en este momento.
—¿Con Zayla, verdad?
Devin apretó los labios, pero no respondió a la pregunta, ya que sabía que ese era el caso, y en cambio le habló de manera tranquilizadora:
—Es tu día y todos estamos ahí. Nadie podría arruinar tu estado de ánimo.
Sabrina suspiró. La única persona que solía arruinar su estado de ánimo en eventos así antes era Robin, así que no tenía idea de qué esperar en este momento.
—Espero que cumpla su promesa de no volver a verla después de la fiesta —murmuró en voz baja, sin saber que la escucharon, pero afortunadamente nadie comentó sus palabras, ya fuera para bien o para mal.
Por otro lado, Kennedy Chance recibió un mensaje de texto de Zayla.
