"Sus palabras tocaron una parte delicada del corazón de Laura, y ella pensó por un momento. —Está bien. Seguiré comprobándolo. Si ocurre, protegeré lo que tenemos.
Jacob suspiró aliviado y dejó el vaso de bebida en el gabinete de vino; la puerta se cerró automáticamente de manera suave.
Desabrochó la camisa que llevaba, dejando al descubierto su pecho bien definido. Laura tragó saliva al verlo, sintiendo el impulso de tocarlo.
Cuando hizo un movimiento para hacerlo, Jacob se inclinó un poco y se quitó los pantalones, quedando solamente en calzoncillos, mientras sus ojos escaneaban la habitación una vez más.
—No puedo averiguar dónde está el dormitorio —dijo con voz profunda.
Laura presionó un control remoto y una persiana en la pared, que Jacob creía que era de concreto, se levantó, dejando al descubierto un lujoso dormitorio. Él sonrió con picardía.
