"Después de más de diez golpes, el hombre ya estaba jadeando por el agotamiento. Mirando a Sharon, que parecía estar bien, sonrió y dijo:
—Tienes algo de fuerza, pero aparte de eso, parece que no hay nada más.
En ese momento, Frank miró a Sharon con asombro. Esa mujer... ¿Quién era ella exactamente!
Se tenía que saber que este hombre era casi invencible en la arena de boxeo subterráneo. Muchos hombres no podían resistir sus puños y incluso había matado a un becerro fuerte con un solo golpe. ¿Realmente había provocado a una persona poderosa?
Pensando en esto, Frank tomó un profundo respiro y se preparó para irse. Inesperadamente, Sharon percibió al instante sus movimientos y apareció junto a él como un fantasma.
—Tú, tú... ¿Qué es lo que quieres exactamente? —preguntó Frank con temor.
—¿No eras bastante arrogante hace un rato? ¿Por qué estás asustado ahora? —Sharon sonrió despectivamente.
