—¿Se quedará aquí hasta mañana? —preguntó Melinda a Sharon con entusiasmo.
—Si llueve hasta mañana —dijo Sharon.
Tan pronto como terminó de hablar, el sonido de la lluvia afuera se hizo más fuerte. Al mismo tiempo, la pequeña ardilla se calmó y se agachó en la esquina sin moverse.
Junto con el sonido de la lluvia, un fuerte sentido de somnolencia los invadió. El resto de ellos soltaron grandes bostezos.
—Vayan a dormir. Esperaré a que se emita la misión —dijo Sharon.
Sin embargo, Melinda no quería descansar todavía porque esta era la primera vez que veía una ardilla roja. —No voy a dormir. Quiero jugar con la ardillita —dijo.
—Es tarde. No molestes el descanso de todos —dijo Sharon.
Melinda frunció los labios y dijo, —Está bien, voy a descansar.
…
Después de un día ajetreado, cuando Nicole volvió del lugar de Jason, ni siquiera se molestó en descansar. Cogió su teléfono y empezó a leer las noticias de entretenimiento.
