—Erika estaba sorprenda cuando escuchó lo que acababa de decir el mayordomo David. «¿En la caja fuerte de Mary? ¿Pero cuándo tuvo ella una caja fuerte?», se preguntó a sí misma.
—Y eso no es todo, ella usó la fecha de muerte de la difunta matriarca como la contraseña de la caja fuerte —añadió el mayordomo David.
Ahora Erika estaba aún más asombrada con esta nueva información. Esto confirmó su sospecha, en efecto, fue Mary quien mató a la abuela Elizabeth. Se levantó y corrió a buscar las llaves de su coche, pero Ethan la detuvo.
—¿A dónde vas? —preguntó Ethan.
—Voy a enseñarle una lección a esa mujer. ¿Es que no tiene conciencia para matar a una mujer que es como una madre para ella solo por una propiedad? Tiene que pagar por lo que ha hecho —se quejó Erika mientras las lágrimas rodaban por sus ojos—. Veía rojo y la única forma en que podía calmarse era asegurándose de que Mary pagara por su crimen.
